Colchane: cómo Piñera monitoreó la crisis migratoria desde Ranco
Desde su casa de veraneo y acompañado de su mujer, Cecilia Morel, el Presidente se reunió por Zoom con distintos ministros para manejar la crisis en Colchane.
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El lunes, cerca de las 5 de la tarde, Sebastián Piñera se conectó a un Zoom desde su casa de veraneo en Bahía Coique. Al otro lado de la pantalla estaban los ministros de Interior, Rodrigo Delgado; Defensa, Baldo Prokurica y RREE, Andrés Allamand; además del jefe de Extranjería, Álvaro Bellolio.
El mandatario los citó para abordar el tema de los ingresos clandestinos y la crisis de Colchane, localidad que prácticamente duplicó sus 1.600 habitantes tras la llegada masiva de migrantes de manera ilegal. Lo que a Piñera le interesaba -dicen en su entorno -era lograr la modificación del decreto 265 para que las Fuerzas Armadas colaboraran en el control del ingreso ilegal por pasos no habilitados en la zona.
En la reunión le recordaron al Presidente que el miércoles partiría el primero de 15 aviones extranjeros expulsados. El vuelo se había agendado la semana pasada para este 10 de febrero. En el Zoom se hizo patente que los ministros debían estar presentes en ese acto y por tanto, viajarían a Iquique.
Aunque esa fue la única reunión formal que sostuvo Piñera para abordar el tema, ha tenido otros encuentros virtuales con el Ministro de Salud y conversa prácticamente a diario con el ministro Delgado. Desde Santiago, la reemplazante de Magdalena Díaz, Teresa Mira, le lleva la agenda, y a nivel local el periodista Juan José Lagorio, quien se encuentra de vacaciones cerca del mandatario, lo ha acompañado a algunas pautas. Por ejemplo, el viernes a vacunarse en el Centro Comunitario de Salud Familiar (Cecosf) de Nontuelá en Futrono, o a Puerto Montt a anunciar el inicio de las postulaciones al IFE.
Durante las dos semanas de vacaciones, Sebastián Piñera ha estado acompañado solo de su mujer, Cecilia Morel y de los escoltas. Vía remota ha participado en las reuniones del comité político y Covid. Este año, dada la contingencia pandémica no jugó los clásicos partidos de fútbol con amigos y residentes de años anteriores, y mantuvo una agenda privada, acompañado de libros y el celular.